You are currently viewing Verano seguro para tus hijos: prevención y actuación ante riesgos

Verano seguro para tus hijos: prevención y actuación ante riesgos

Cuando llega el verano, nuestros hijos disfrutan de más libertad, pero también se exponen a más riesgos. El tiempo libre, la menor supervisión y las altas temperaturas crean un entorno propenso a accidentes, problemas emocionales y decisiones impulsivas.

En esta guía te explicamos los peligros más comunes del verano para niños y adolescentes, cómo prevenirlos con estrategias eficaces, y qué hacer si ya ha ocurrido un problema. Un recurso pensado para que madres y padres puedan actuar con seguridad, claridad y confianza.

Principales peligros del verano

Durante el verano se presentan cinco riesgos clave:

  1. Exposición excesiva a pantallas y redes sociales.
  2. Deshidratación y golpes de calor.
  3. Ahogamientos en piscinas, ríos o playas.
  4. Consumo de alcohol y drogas en adolescentes.
  5. Accidentes en actividades al aire libre.

1. Exposición excesiva a pantallas y redes sociales

¿Por qué ocurre?

  • Más tiempo libre sin estructura.
  • Menor supervisión por parte de adultos.
  • Uso de pantallas como recurso para combatir el aburrimiento.

Riesgos asociados:

  • Ciberacoso, contacto con desconocidos, adicción digital, baja autoestima, alteraciones del sueño.

Estrategias para prevenirlo:

  • Establece un contrato digital: normas claras de uso diario, franjas horarias sin pantallas, apps permitidas y no permitidas.
  • Fomenta alternativas offline: deporte, lectura, juegos de mesa, actividades creativas.
  • Haz “checkpoints digitales” diarios: comenta qué han visto, con quién han hablado o si algo les ha incomodado.
  • Enseña a identificar riesgos digitales como físicos: por ejemplo, “un desconocido en TikTok es como un desconocido en la calle”.

Si ya ha ocurrido un problema:

  • Evita el castigo inmediato. Escucha lo sucedido, valida sus emociones y acuerda nuevas reglas.
  • Si ha habido contacto con desconocidos o acoso, denúncialo a la plataforma y, si es grave, acude a la policía o a INCIBE.

2. Deshidratación y golpes de calor

¿Por qué ocurre?

  • Alta exposición al sol.
  • Malos hábitos de hidratación.
  • Actividades físicas intensas sin pausas ni sombra.

Riesgos asociados:

  • Mareo, vómitos, insolación, pérdida de conciencia. En casos graves, daño cerebral o muerte.

Estrategias para prevenirlo:

  • Semáforo del calor: verde = bien, ámbar = sed o fatiga, rojo = mareo o vómito. Úsalo con dibujos o colores.
  • Horarios térmicos familiares: evitar actividades físicas entre las 12 y las 17 h.
  • Hidratación programada: beber agua cada 45-60 minutos, incluso sin sed. Usa alarmas o botellas con marcadores horarios.

Si ya ha ocurrido un golpe de calor:

  • Lleva al niño/a a un lugar fresco y ventilado.
  • Quita ropa y aplícale paños húmedos fríos en cuello, axilas e ingles.
  • Ofrece agua poco a poco.
  • Si hay vómito, confusión o somnolencia, llama al 112.

3. Ahogamientos en piscinas, ríos y playas

¿Por qué ocurre?

  • Exceso de confianza en el agua.
  • Falta de supervisión real y continua.
  • Niños que no saben nadar bien o no reconocen el peligro.

Riesgos asociados:

  • Muerte por ahogamiento o secuelas neurológicas graves.

Estrategias para prevenirlo:

  • Normas acuáticas diarias: repítelas antes de entrar al agua (no empujar, salir si hay cansancio, no entrar sin adulto).
  • Supervisión activa: sin móviles, sin distracciones. Turnos si hay varios adultos.
  • Cursos de natación funcional: que aprendan a flotar, desplazarse, salir solos.
  • Chaleco antes que manguitos: proporciona mejor flotabilidad.
  • Simulacros en casa: qué hacer si un amigo se hunde, a quién avisar, cómo pedir ayuda.

Si ha habido un susto o accidente:

  • Si no respira, iniciar RCP mientras llega la ayuda médica (112).
  • Después del evento, hablar con calma sobre lo ocurrido y reforzar normas de seguridad.

4. Consumo de alcohol y drogas en adolescentes

¿Por qué ocurre?

  • Más salidas nocturnas sin control.
  • Influencia del grupo de iguales.
  • Curiosidad y baja percepción del riesgo.

Riesgos asociados:

  • Intoxicaciones, peleas, accidentes, dependencia, pérdida de conciencia.

Estrategias para prevenirlo:

  • Role-playing en casa: qué harías si un amigo te ofrece algo, cómo salir de la situación.
  • Pactos de emergencia: pueden llamarte si hay un problema sin miedo al castigo.
  • Actividades alternativas organizadas: campamentos, voluntariado, planes con adultos presentes.
  • Fomentar sentido crítico y autoestima: adolescentes con buen autoconcepto ceden menos ante la presión social.

Si descubres consumo:

  • No reacciones con ira. Pregunta: ¿por qué lo hiciste? ¿Cómo te sentiste?
  • Evalúa si fue algo puntual o hay patrón repetido.
  • Si lo necesitas, busca apoyo profesional en centros de orientación familiar o servicios de prevención juvenil.

5. Accidentes en actividades al aire libre

¿Por qué ocurre?

  • Juegos improvisados sin protección.
  • Excursiones mal planificadas.
  • Uso inadecuado de patinetes o bicicletas.

Riesgos asociados:

  • Caídas, traumatismos, fracturas, heridas graves.

Estrategias para prevenirlo:

  • Equipamiento obligatorio: casco, coderas, calzado cerrado.
  • Rutas seguras planificadas: evita zonas desconocidas sin acompañamiento.
  • Normas previas claras: si se separan, a qué hora deben volver, a quién llamar.
  • Supervisión desde la distancia: deja libertad, pero mantente accesible y localizable.

Si ocurre un accidente:

  • Evalúa si puede moverse o necesita atención inmediata.
  • No mover si hay dolor fuerte o inconsciencia. Llama al 112 si hay duda.
  • Después, revisad juntos qué falló para prevenirlo la próxima vez.

Conclusión

El verano no tiene por qué convertirse en una fuente de preocupación constante. Con anticipación, diálogo, límites claros y mucha observación emocional, puede ser una etapa perfecta para que tus hijos desarrollen autonomía, responsabilidad y autocuidado.

Prevenir no significa controlar, significa estar presentes, atentos y disponibles.