Los relojes inteligentes con llamadas son ideales a partir de los 8-9 años, cuando los niños comienzan a ganar autonomía (ir al colegio solos, actividades extraescolares, etc.).
A esa edad, un reloj con llamadas para niños como Robin Watch K1 permite:
- Mantener el contacto con los padres sin necesidad de un móvil.
- Fomentar su autonomía con límites seguros.
- Establecer rutinas y confianza mutua.
Para niños más pequeños, es una herramienta útil en salidas, campings, vacaciones o excursiones.