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Los niños pueden aprender 3 idiomas a la vez… si lo haces así desde el principio

¿Sabías que los niños tienen una capacidad increíble para aprender idiomas que se pierde con la edad? Imagina que tu hijo puede comunicarse con personas de todo el mundo, desarrollar su cerebro y abrir puertas a su futuro con solo dedicar unos minutos al día. Enseñar idiomas desde pequeños no solo es posible, sino que además tiene beneficios inmediatos y duraderos.

En este artículo, te explicamos por qué es clave comenzar desde edades tempranas, qué dificultades podrías encontrar, cuántos idiomas son recomendables, y te damos estrategias prácticas con ejemplos para que puedas aplicarlas.

Beneficios de enseñar idiomas a niños pequeños: a corto y largo plazo

A corto plazo:

  • Mejor capacidad para distinguir sonidos: los bebés y niños pequeños tienen una plasticidad cerebral que les permite captar los sonidos de cualquier idioma, incluso aquellos que los adultos les cuesta distinguir. Esto facilita una pronunciación auténtica y fluida.
  • Incremento de la concentración y memoria: aprender un idioma exige atención y memoria activa, estimulando las áreas cognitivas relacionadas.
  • Mayor curiosidad y motivación: los niños pequeños suelen ser exploradores por naturaleza, y el aprendizaje de idiomas puede potenciar su curiosidad y ganas de interactuar con el entorno.

Ejemplo real: Ana, de 4 años, canta en inglés canciones que escucha con su madre y ya empieza a usar frases básicas sin esfuerzo, como “I want water” o “Let’s play!”.

A largo plazo:

  • Facilita el aprendizaje de otros idiomas: un niño que ha aprendido un segundo idioma está mejor preparado para adquirir un tercero o cuarto.
  • Mejora el rendimiento académico general: los niños bilingües desarrollan mejores habilidades de resolución de problemas, pensamiento crítico y creatividad.
  • Abre oportunidades laborales y culturales: saber varios idiomas aumenta las opciones en estudios, viajes, y mercado laboral.
  • Favorece la flexibilidad mental: la capacidad para cambiar de idioma estimula la adaptabilidad cognitiva y la multitarea.

Dificultades más frecuentes y cómo superarlas

Aprender un idioma no está exento de retos, pero conocerlos permite anticiparlos:

  • Falta de tiempo: muchos padres creen que necesitan dedicar horas al día. En realidad, con 10-15 minutos diarios bien enfocados es suficiente para niños pequeños.
  • Resistencia del niño: no todos los niños reaccionan igual. Algunos pueden aburrirse o frustrarse si lo perciben como obligación. La clave está en que el aprendizaje sea un juego y algo natural.
  • No saber el idioma: si el padre o madre no dominan la lengua, pueden usar recursos multimedia o buscar apoyo en clases y grupos. No es necesario ser un experto para motivar a un niño.
  • Inconsistencia: la falta de rutina dificulta el aprendizaje. Es mejor poco tiempo pero todos los días, que mucho tiempo de vez en cuando.
  • Presión y perfeccionismo: los niños aprenden mejor sin sentir que “tienen que ser perfectos”. La motivación viene del disfrute, no de la obligación.

¿Cuántos idiomas puede aprender un niño?

El mundo está lleno de lenguas y culturas que enriquecen tanto a adultos como a niños. Vivimos en una época global donde es común integrar costumbres y tradiciones de países lejanos en nuestra vida diaria. Por eso, el aprendizaje de idiomas no solo abre las puertas a la comunicación internacional, sino que también estimula el cerebro de formas sorprendentes.

Un estudio reciente realizado en Ghana mostró que los bebés pueden aprender entre dos y seis idiomas simultáneamente, gracias a la influencia de múltiples cuidadores en su entorno cotidiano. A diferencia de la creencia común en muchos países occidentales, donde se piensa que un niño debe centrarse en uno o dos idiomas para evitar confusión, estos bebés demostraron que pueden manejar sin problema una variedad mayor de lenguas si la exposición es constante y significativa.

La investigación destacó que la cantidad de idiomas a la que un bebé está expuesto depende directamente del número de personas que interactúan con él. En contextos comunitarios donde varias familias conviven y colaboran en la crianza, los pequeños absorben una diversidad lingüística notable. Además, el estudio señala que tanto el contacto directo con los cuidadores como la exposición indirecta a través de medios como la televisión contribuyen al aprendizaje, y que la presencia de múltiples idiomas no retrasa el desarrollo del habla.

Estos hallazgos sugieren que la adquisición del lenguaje es un proceso social y cultural que varía según el entorno, desafiando los modelos tradicionales basados en sociedades monolingües o bilingües.

¿Es perjudicial que un niño aprenda varios idiomas a la vez?

Para nada. Escuchar y usar diferentes lenguas simultáneamente no afecta negativamente a los pequeños. Al contrario, potencia sus habilidades comunicativas y su capacidad de expresión verbal.

¿Cuántos idiomas puede aprender un niño?

Muchos padres se cuestionan si enseñar idiomas al niño puede interferir con el aprendizaje natural. La realidad es que los niños pueden aprender dos, tres o incluso más idiomas desde muy temprana edad. Esto suele fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje de lenguas nuevas porque, si el niño ya domina dos o tres idiomas, la incorporación de una cuarta lengua será un paso más natural y motivador.

¿Cómo enseñar otro idioma si los padres solo hablan uno?

Es fundamental que el niño tenga contacto con hablantes nativos o personas agradables que hablen el idioma que se quiere aprender. Si la experiencia relacional es positiva, la motivación para aprender aumenta considerablemente.

  • Invita a amigos o familiares que dominen otro idioma para que interactúen con el niño.
  • Si se contrata una canguro, elegir una persona de origen extranjero que pueda aportar conocimiento y uso natural del idioma.
  • Existen academias y escuelas infantiles que ofrecen enseñanza de idiomas desde edades muy tempranas. La clave está en que el aprendizaje se realice mediante métodos lúdicos y cercanos, no como una tarea estrictamente escolar. Así se estimula el placer por aprender.

¿Cuándo es el mejor momento para introducir idiomas adicionales?

Cuanto antes, mejor. La plasticidad cerebral en la infancia es máxima, lo que facilita la adquisición y dominio rápido de idiomas. A medida que los niños crecen, aunque la capacidad sigue presente, requiere mayor esfuerzo y tiempo.

¿Es normal que al principio los niños cometan errores?

Sí. Es común que mezclen idiomas, confundan estructuras o introduzcan palabras de diferentes lenguas en la misma frase. Esto no debe preocupar, ya que es parte del proceso natural y con la práctica mejorará sin interferir en otros aprendizajes.

¿Y el aprendizaje del lenguaje escrito?

La lectoescritura es tan importante como el lenguaje oral. Por lo general, los niños aprenden a leer y escribir más fácilmente en los idiomas que reciben enseñanza formal (como en la escuela). Pero se puede fomentar la escritura en otros idiomas con juegos divertidos, por ejemplo:

  • Aprender un abecedario diferente con letras imantadas en la nevera.
  • Jugar a escribir el nombre de un animal en tres idiomas lo más rápido posible.
  • Comprar libros o revistas infantiles en el idioma que se aprende.
  • Colocar carteles en la casa con el nombre de objetos en varios idiomas.
  • Escribir cartas o postales a familiares o amigos que hablen el idioma objetivo.

Estrategias prácticas para padres

1. Música y canciones infantiles

Por qué funciona: la música activa el cerebro y ayuda a memorizar vocabulario y estructuras de forma divertida.

Cómo hacerlo:

  • Usa canciones populares infantiles en el idioma (por ejemplo, “Head, Shoulders, Knees and Toes” en inglés). Puedes buscar en YouTube, encontrarás una gran variedad de canciones en todos los idiomas.
  • Canta con tu hijo y realiza movimientos relacionados para hacerlo más dinámico.
  • Repite la canción varias veces a lo largo de la semana.

2. Etiquetas en casa

Por qué funciona: la visualización constante de palabras ayuda a relacionarlas con objetos reales.

Cómo hacerlo:

  • Crea etiquetas con el nombre del objeto en el idioma que se quiere aprender.
  • Pega las etiquetas en objetos visibles (puerta, mesa, nevera).
  • Repite el nombre con el niño cuando utilicen esos objetos.

3. Cuentos y audiocuentos

Por qué funciona: combina la comprensión auditiva con la lectura y ayuda a fijar vocabulario y estructuras.

Cómo hacerlo:

  • Escoge cuentos infantiles cortos y adecuados para la edad.
  • Léele el cuento en voz alta y señala las imágenes.
  • Usa audiocuentos para reforzar la comprensión auditiva cuando no puedas leer tú mismo.

4. Juegos de roles

Por qué funciona: permite practicar el idioma en situaciones reales simuladas, fomentando la expresión oral y la interacción.

Cómo hacerlo:

  • Crea escenarios simples, como una tienda o restaurante.
  • Usa vocabulario básico y frases comunes.
  • Participa con el niño para guiar la conversación.

¿Y si tú no sabes el idioma?

¡No pasa nada! Puedes seguir estos pasos:

  • Apóyate en recursos visuales como tarjetas de vocabulario, apps educativas o vídeos donde puedas ver y repetir frases con tu hijo.
  • Busca frases clave con pronunciación online (por ejemplo, en Google Translate o apps como Forvo). Las usas tú también en el juego, aprendiendo junto a tu hijo.
  • Deja que el niño “enseñe”: puedes decir frases en español y él las responde en el nuevo idioma. Esto refuerza su seguridad y afianza lo aprendido.
  • Usa muñecos o peluches como personajes que hablen el idioma con frases aprendidas. Puedes grabarlas antes y reproducirlas.

Ejemplo adaptado:

Aunque no sepas francés, puedes preparar tarjetas con dibujos y frases como:

  • “Je voudrais une glace” (Quiero un helado)
  • “Bonjour!” (¡Hola!)

    Y tú simplemente juegas siguiendo el guion, leyendo las frases junto a tu hijo.

5. Uso de apps y vídeos infantiles

Por qué funciona: muchas apps y vídeos son diseñados para captar la atención de los niños y tienen contenidos pedagógicos adaptados.

Cómo hacerlo:

  • Selecciona apps gratuitas o de bajo coste como “Duolingo Kids”, “Lingokids” o “PBS Kids”.
  • Controla el tiempo para evitar uso excesivo de pantallas.
  • Complementa el contenido con actividades manuales para reforzar lo aprendido.

Recursos útiles para padres

  • Web con material gratuito:
    • Storyberries (cuentos gratuitos en varios idiomas)
  • Academias con métodos lúdicos: busca en tu localidad centros especializados en idiomas para niños con buena reputación.
  • Grupos y talleres: muchas bibliotecas y centros culturales ofrecen actividades para niños en varios idiomas.

Conclusión

Enseñar idiomas a los niños desde edades tempranas es una inversión que vale la pena. No solo abre puertas en el futuro, sino que potencia el desarrollo cognitivo, social y emocional. Los niños son auténticas esponjas lingüísticas, capaces de aprender varios idiomas sin que ello afecte su desarrollo.

Para los padres, la clave está en hacer del aprendizaje algo natural, divertido y constante, sin presiones ni obligaciones. Aprovechar momentos cotidianos con música, juegos, cuentos y contactos positivos con hablantes nativos hará que el niño se sienta motivado y seguro.

Recuerda que no importa cuántos idiomas puedas enseñar tú mismo, sino que el niño tenga experiencias enriquecedoras y placenteras con cada lengua. Así, fomentarás su amor por los idiomas y por el aprendizaje durante toda la vida.

Referencias bibliográficas

Omane, P. O., Benders, T., & Boll-Avetisyan, N. (2025). Exploring the nature of multilingual input to infants in multiple caregiver families in an African city: The case of Accra (Ghana). Cognitive Development, 74, 101558. DOI: 10.1016/j.cogdev.2025.101558.