¿Te has dado cuenta de que tu hijo/a ya no pregunta “¿por qué?” tan a menudo? Cada vez más, la inteligencia artificial (IA) le da respuestas rápidas, pero no necesariamente las correctas. En un clic obtiene resúmenes, soluciones y hasta opiniones… pero a veces, deja de pensar por sí mismo/a.
Hoy en día, que los niños y niñas y adolescentes usen la IA para hacer los deberes o investigar temas no está mal. El problema surge cuando no aprenden a cuestionar o a filtrar la información que reciben. La clave para que la IA no se convierta en un obstáculo está en fomentar su pensamiento crítico.
El pensamiento crítico es la capacidad que le permite diferenciar qué información es verdadera, qué opiniones tienen sentido y cómo argumentar sus ideas. Le da la seguridad de no conformarse con la primera respuesta y le ayuda a tomar decisiones con criterio. Como padre o madre, es esencial que le des las herramientas para que, aunque use la IA, no pierda la capacidad de razonar y discernir.
¿Cómo afecta la IA al pensamiento crítico de tu hijo/a?
La IA puede ser un atajo tentador. Muchos niños, niñas y adolescentes la usan para:
- Obtener respuestas inmediatas sin comprender cómo llegaron a ellas.
Por ejemplo: piden a la IA la solución de un problema de matemáticas sin revisar los pasos y sin comprender el proceso.
- Evitar el esfuerzo de leer y reflexionar.
Por ejemplo: generan un texto o resumen en segundos y no lo leen, perdiendo la oportunidad de analizarlo.
- No contrastar la información.
Por ejemplo: creen que todo lo que dice la IA es verdad, sin preguntarse si la fuente es fiable.
Todo esto puede llevar a:
- Menor curiosidad por investigar.
- Dificultades para argumentar sus ideas.
- Pérdida de confianza en su propio criterio.
- Falta de habilidades para diferenciar información verídica de rumores o “fake news”.
Si tu hijo/a solo acepta las respuestas de la IA, está delegando su propio pensamiento. Eso limita su desarrollo intelectual y su capacidad de tomar decisiones responsables.
Estrategias para fortalecer el pensamiento crítico
A continuación, te propongo estrategias prácticas, con ejemplos claros, tanto para usar la IA de forma consciente como para trabajar el pensamiento crítico sin depender de ella.
Te propongo dos grandes bloques de estrategias: cómo aprovechar la IA de forma inteligente y cómo fomentar el pensamiento crítico sin depender de la tecnología.
Estrategias CON la IA: cómo aprovecharla para reforzar el pensamiento crítico
Investigar más allá de la respuesta de la IA
La IA suele dar respuestas generales. Enséñale a ir más allá:
- Busca otras fuentes para comparar (libros, webs fiables, enciclopedias).
- Pídele que escriba qué diferencias encuentra.
Ejemplo: si la IA le da un resumen de la Segunda Guerra Mundial, que busque un libro sobre ello o un artículo de una fuente fiable en internet. Luego, que compare: ¿Qué datos coinciden? ¿Qué opiniones son distintas?
Pregunta siempre “¿Por qué crees que esto es así?”
No basta con copiar y pegar. Ayúdale a razonar preguntándole:
- ¿Qué parte te sorprende?
- ¿Crees que esto está completo o falta algo?
- ¿Podrías explicarlo con tus propias palabras?
Ejemplo: tras usar la IA para resolver un problema de matemáticas, dile: “Explícame paso a paso cómo lo hizo la IA y qué otras formas hay para resolverlo”.
Personalizar el texto
Cuando use la IA para un trabajo, asegúrate de que lo personalice:
- Un párrafo con su opinión.
- Una conclusión propia.
- Un resumen con sus palabras.
Ejemplo: si la IA le ayuda a redactar un texto sobre energías renovables, pídele que lo analice, cambie palabras, añada información valiosa y omita la que no sea relevante, de manera que termine haciendo el texto suyo, personalizado de principio a fin.
Usar la IA como compañero/a de debate
Convierte a la IA en un “contrincante” para practicar argumentación.
- Pide a tu hijo/a que le haga preguntas polémicas: “¿Son buenas las redes sociales?”
- Luego, que rebata las respuestas de la IA con sus propios argumentos.
Ejemplo: si la IA dice que las redes sociales son útiles para socializar, tu hijo/a puede contraargumentar: “Sí, pero también pueden distraer mucho o exponer datos personales”.
Validar siempre la fiabilidad de las fuentes
Explícale que la IA no siempre tiene razón. Pregunta:
- ¿De dónde salió esa respuesta?
- ¿Lo dice una fuente confiable?
- ¿Podría estar desactualizado?
Ejemplo: si la IA da un dato sobre nutrición, buscad juntos en webs oficiales como la Fundación Española de Nutrición (FEN) o la OMS.
Analizar el lenguaje y el tono
Pídele que observe si la IA usa un lenguaje neutro, alarmista o excesivamente positivo. Así aprenderá a identificar matices y posibles sesgos en la forma en que se presenta la información.
Invítale a fijarse en detalles como:
- ¿Utiliza adjetivos exagerados o valorativos?
- ¿Parece que la respuesta intenta persuadir o convencer?
- ¿Se nota un punto de vista subjetivo o personal?
Ejemplo*:* Tras leer un resumen de la IA sobre la alimentación saludable, pregúntale: “¿Te parece objetivo? ¿Por qué?” y anímale a explicar si la IA usa palabras como “muy bueno”, “terrible” o “lo mejor”, o si presenta los datos de forma equilibrada y basada en hechos.
Este análisis le ayudará a desarrollar un pensamiento más crítico y a no dejarse influir solo por cómo suena la respuesta, sino por la calidad de la información y la argumentación.
Argumentar con un punto de vista diferente
Pídele que use la IA para generar un texto breve sobre un tema concreto, por ejemplo, la energía nuclear, el reciclaje o el uso de redes sociales, y luego que lo reescriba adoptando una perspectiva contraria o alternativa.
Esta actividad les ayuda a entender que un mismo tema puede analizarse desde distintos ángulos y que no siempre hay una única “verdad”. Así aprenderán a identificar argumentos, ver sus debilidades y fortalezas, y a defender puntos de vista que quizás no sean los suyos propios, pero que amplían su visión.
Ejemplo*: s*i la IA dice que la energía nuclear es peligrosa y debe evitarse, anímale a reescribirlo defendiendo su uso seguro y sostenible, buscando datos o ejemplos que respalden esa postura. O viceversa: si la IA resalta solo las ventajas, que escriba un texto explicando sus riesgos y críticas.
Además, puedes proponerle que imagine cómo cambiaría el mensaje si lo redactara:
- Un periodista imparcial: tono neutro, basado en hechos.
- Un activista ambiental: tono apasionado, con argumentos ecologistas.
- Un empresario energético: tono comercial, destacando beneficios económicos.
Este ejercicio no solo refuerza el pensamiento crítico, sino también la empatía y la capacidad de entender diferentes posiciones, algo clave en debates y discusiones.
Estrategias SIN la IA: fortalecer el pensamiento crítico con actividades cotidianas
Conversaciones profundas en familia
Dedica 10 minutos al día a hablar de temas como:
- ¿Por qué crees que es importante cuidar el medio ambiente?
- ¿Qué harías si tus amigos/as te piden algo que no te convence?
Estas preguntas enseñan a argumentar y a escuchar otras opiniones.
Escritura reflexiva
Anímale a escribir un diario o un pequeño resumen diario:
- ¿Qué aprendí hoy?
- ¿Qué me sorprendió más?
- ¿Qué parte no entendí bien?
Ejemplo: después de clase, que escriba 5 frases sobre lo más interesante y 1 pregunta que aún tenga.
Juegos y retos que exijan pensar
Los juegos de mesa como el ajedrez, el Monopoly o los escape rooms caseros enseñan a tomar decisiones y a anticipar consecuencias.
Ejemplo: organiza un juego de rol donde tenga que resolver un misterio. Así practica hipótesis, deducciones y lógica.
Lectura crítica y análisis de noticias
- Lee con él/ella titulares de prensa y analízalos: “¿Es sensacionalista o serio?”
- Pregunta: “¿Qué opinas tú? ¿Podría haber otro punto de vista?”
Ejemplo: busca noticias sobre la misma temática en distintos periódicos y comparad los titulares.
Fomenta debates con respeto
- Organiza en casa un mini debate sobre un tema actual.
- Haz que busque información y defienda su postura, pero también que escuche a la otra parte.
Ejemplo: comienza preguntando: “¿Deberían los colegios prohibir la tecnología en clase?”. Que busque argumentos a favor y en contra.
Qué evitar para no erosionar su pensamiento crítico
- Confiar ciegamente en las respuestas de la IA.
Para evitarlo, pídele que contraste siempre lo que le dice la IA con otras fuentes: libros, profesores o artículos fiables. Explícale que, aunque la IA suene convincente, no siempre tiene la razón.
- Usarla para hacer tareas sin supervisar o reflexionar.
Para contrarrestarlo, establece la norma de que, después de usarla, escriba un párrafo con sus propias palabras y explique lo que ha entendido. Pregunta: “¿Qué cambiarías? ¿Qué te parece lo más importante?”.
- Creer que todo lo que dice la IA está bien o es definitivo.
Para evitarlo, anímale a cuestionar siempre. Pregunta: “¿De dónde crees que sale esta información? ¿Podría haber otra explicación?”. Así entenderá que la IA no sustituye a los expertos humanos.
- Prohibir la IA por completo: es mejor enseñarle a usarla con responsabilidad.
En lugar de prohibirla, muéstrale cómo puede ser una herramienta útil si se emplea con criterio. Haz actividades donde la IA sea solo un punto de partida, no la respuesta final.
- Dejar que la IA decida por ellos o ellas sin debatirlo.
Después de que la usen, fomenta la conversación: “¿Qué piensas tú? ¿Estás de acuerdo o no? ¿Por qué?”. Así aprenderán a no aceptar ciegamente lo que leen.
- Usarla como única fuente de información.
Anímale a investigar en otras fuentes: bibliotecas, webs oficiales o incluso hablar con expertos. Hazle ver que la IA no sustituye la investigación real.
- Ignorar los errores o sesgos de la IA.
Hazle preguntas para que detecte posibles fallos o exageraciones, como: “¿Te parece que esto es parcial o neutral? ¿Podría haber un interés detrás de la respuesta?”.
- Creer que la IA “piensa” como una persona.
Explícale que la IA no tiene emociones ni experiencias: solo combina datos. Ayúdale a ver la diferencia entre un razonamiento humano y una respuesta generada por un programa.
Casos reales para reflexionar
Caso real 1: “El resumen sin comprensión”
Una adolescente de 15 años en Zaragoza usaba la IA para resumir textos de filosofía y sacaba buenas notas. Sin embargo, cuando tuvo que explicar en clase las ideas del autor, no pudo argumentar.
La IA no sustituye la comprensión. Los padres y madres pueden reforzar preguntando “¿qué significa esto para ti?” o “¿cómo lo explicarías tú?”.
Caso real 2: “El debate que sí funciona”
En Valencia, un padre usó la IA como “oponente” en un debate sobre videojuegos con su hijo de 12 años. La IA aportaba datos y el niño tenía que rebatirlos. Así aprendió a argumentar con criterio y no aceptar todo sin más.
La IA puede ser un aliado para practicar pensamiento crítico si los padres y madres guían el proceso.
Caso real 3: “La información falsa”
Un adolescente de 16 años en Málaga buscaba datos sobre alimentación usando IA. La IA le dijo que ciertos alimentos curaban enfermedades sin fundamento científico. La madre le enseñó a verificar en fuentes fiables como la Fundación Española de Nutrición.
Es vital enseñarles a contrastar la información y no creer ciegamente lo que dice la IA.
Caso real 4: “Potenciar la reflexión crítica”
Una adolescente de 14 años en Bilbao escribía ensayos de literatura con ayuda de la IA. Su profesora le pidió que añadiera un párrafo explicando si estaba de acuerdo con el texto y por qué. Así, aprendió a reflexionar sobre lo que la IA le ofrecía y a tener criterio propio.
La IA puede ser el punto de partida, pero la reflexión personal fortalece el pensamiento crítico.
Conclusión
La inteligencia artificial puede ser un gran aliado en el aprendizaje, pero nunca debe reemplazar la curiosidad ni la reflexión de tu hijo o hija. Al principio, es fundamental que como padre o madre le acompañes en el uso de la IA, guiándole para que entienda cómo cuestionar, analizar y filtrar la información. Este acompañamiento cercano sienta las bases para que, poco a poco, cuando veas que está preparado o preparada, puedas darle más autonomía y confianza para que use la IA de forma responsable e independiente. De esta manera, no solo fomentarás su pensamiento crítico, sino también su capacidad para decidir por sí mismo o misma, fortaleciendo su autonomía y madurez intelectual. Con estos consejos prácticos y ejemplos cotidianos, cada interacción con la IA será una oportunidad para que aprenda a pensar, a cuestionar y a tomar decisiones con criterio y confianza en sus propias capacidades.