El uso excesivo de móviles, tabletas y redes sociales en la infancia y adolescencia está provocando un creciente consenso entre médicos, psicólogos y educadores: la sobreexposición digital puede alterar el desarrollo cerebral y afectar negativamente a la salud mental. Así lo destacan las periodistas Pilar Pérez y Olga R. Sanmartín en una investigación publicada en el diario El Mundo, que recoge los estudios más relevantes y las voces médicas más autorizadas sobre este fenómeno creciente.
El epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González, catedrático en la Universidad de Navarra y Harvard, asegura que las pantallas no solo están correlacionadas, sino que pueden ser una de las causas principales de una “epidemia neuropsíquica” entre menores. Una postura alineada con la del psicólogo estadounidense Jonathan Haidt, autor de La generación ansiosa.
Estudios con evidencia científica sólida
Nuevas investigaciones han pasado de observar correlaciones a demostrar causalidad:
- Un estudio publicado en JAMA Pediatrics (2024) muestra que reemplazar móviles inteligentes por teléfonos sin internet durante dos semanas mejoró el comportamiento y redujo síntomas de ansiedad en niños.
- Otro ensayo de la Universidad de Bath (Reino Unido) concluyó que una semana sin redes sociales mejora notablemente el bienestar emocional.
- Según un metaanálisis de la Universidad de Hong Kong, el tiempo frente a pantallas afecta funciones clave del cerebro, como la atención, la memoria y el control ejecutivo, especialmente en menores de 12 años.
Cambios estructurales en el cerebro infantil
La resonancia magnética revela diferencias significativas en las conexiones neuronales de niños que usan pantallas en exceso, sobre todo en áreas clave para el lenguaje y el aprendizaje. El neurólogo David Ezpeleta, de la Sociedad Española de Neurología, advierte que la sobreexposición digital en edades tempranas está asociada a una mielinización anormal, es decir, un desarrollo incompleto de las “carreteras” neuronales que conectan distintas partes del cerebro.
Protesta de padres en 10 ciudades españolas
Este sábado, padres y profesores se movilizan en ciudades como Madrid, Valencia o Sevilla para reclamar una edad mínima legal de acceso al smartphone y una “desescalada digital en las aulas”. La propuesta cuenta con apoyos desde distintos sectores políticos y educativos.
Para quienes buscan una opción segura para sus hijos, un reloj inteligente con GPS y llamadas ofrece una alternativa al móvil, ayudando a padres y educadores a mantenerse conectados sin exponer a los menores a los riesgos del mundo digital. Esta tecnología puede ser un puente entre la protección y la comunicación efectiva, alineada con las demandas sociales actuales.
Impacto en el aprendizaje y salud emocional
- Según el informe PISA 2022, el uso moderado de pantallas en clase puede ser beneficioso, pero un uso excesivo disminuye el rendimiento.
- El proyecto SAPA en EE. UU. detectó una caída en el coeficiente intelectual medio entre los jóvenes desde la popularización de los móviles con internet.
- El neurólogo Javier Albares documenta cómo los dispositivos digitales reducen la calidad del sueño y el rendimiento escolar.
Aumento de trastornos mentales y suicidios en menores
Los especialistas advierten de un aumento alarmante de los casos de:
- Depresión
- Trastornos alimentarios
- Autolesiones
- Conductas suicidas
Según el psicólogo Francisco Villar (Hospital Sant Joan de Déu), los intentos de suicidio se han cuadruplicado en una década. Casos como el de menores acosados en redes sociales por adultos que se hacen pasar por jóvenes son cada vez más frecuentes.
Conclusión: educar y no demonizar
Los expertos coinciden en que no se trata de prohibir la tecnología, sino de:
- Establecer límites y tiempos de uso saludables.
- Fomentar la lectura en papel y la escritura a mano como factores neuroprotectores.
- Supervisar el contenido y uso que hacen los menores de los dispositivos.
